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domingo, 2 de diciembre de 2012

Educación "saludable"


Toda Escuela debe desarrollar bloques de contenidos en los que prime el aprendizaje de actitudes y procedimientos para dar cabida a conceptos de estilos de vida saludables. De forma intrínseca, existe otra manera de enseñar y de aprender, que deriva de esa especie de “proyecto curricular oculto” y que forman un conjunto de valores, normas y actitudes que de una manera implícita están presentes y conforman el entorno escolar.

En efecto, actitudes docentes, valoraciones prioritarias, disposición al diálogo, ambiente general del Centro, limpieza de las instalaciones, actividades propuestas, grado de cumplimiento de normas vigentes… conforman un entramado de contenidos a los que no se alude concretamente en nuestra programación pero (no tengáis duda de ello, papás) de lo que los alumnos toman buena nota. ¿De qué forma? Ellos irán estableciendo interiormente una serie de pautas en función de la influencia social de su entorno sobre sus propias conductas y manifestarán las mismas según hayan ido adquiriendo hábito y aprendizaje.

Tened en cuenta que la educación para la salud en un proyecto curricular es considerada un tema transversal pues, de hecho, está presente en el ámbito “Identidad y Autonomía Personal” (aprendizaje y adquisición de hábitos), en el “Medio Físico y Social” (prevención, contagios, causas…) y en la “Comunicación y Representación” (refiriéndonos aquí al campo de la salud mediante la comunicación oral, corporal, lógica…).

Pero evidentemente, la tarea de educar para la salud no es patrimonio exclusivo del sistema educativo: el ambiente familiar es decisivo para los niños y se impone una colaboración permanente entre familia y Escuela. Por ello, papás, pondremos a vuestra disposición el Plan Escolar y fomentaremos en las tutorías el intercambio de pareceres en este sentido. De momento, exponemos ahora determinadas actitudes y hábitos referidos al descanso, higiene y actividad infantil que, según los expertos, deberían ser de aplicación:

  • Sobre el descanso:  es muy importante dormir un número determinado de horas para poder mantener una actividad normal durante el día. Hasta los 5 años, el niño debería dormir la siesta preferiblemente después de la comida. A los 6 meses, el sueño es de más de 15 horas diarias y al año alrededor de 13-14. De 2 a 3 años, al niño duerme de 1 a 1’5 horas durante el día y más de 12 durante la noche. No debe dormir en la misma habitación que los adultos y para ello los padres deben mantener firmeza (así como en el mantenimiento del horario). Pero cuidado: nunca debe asociarse la cama con un castigo, debiendo promoverse la alegría y la seguridad (por ejemplo, mediante la lectura de un cuento) en ese momento.
  • Sobre la higiene:  el niño debe aprender lo antes posible a llevar a cabo la limpieza personal por sí mismo. El baño diario debe ser dirigido y ayudado por los adultos de forma que el niño se implique poco a poco. La limpieza debe constituir una fuente de satisfacción y una buena iniciativa puede también ser enseñar el correcto uso del cepillo y pasta dentífrica. En este último sentido, es necesario corregir los malos hábitos que tengan repercusión en la boca (como chuparse los dedos, comerse las uñas, respirar por la boca…).
  • Sobre la actividad física y en cuanto al grupo que a nuestro ciclo compete (0 a 3 años), los movimientos son más globales sin finalidad específica: el motivo del movimiento no le es tan placentero como el movimiento en sí mismo. En cualquier caso, no debe obligárseles a permanecer inmóviles durante un tiempo excesivo ya que ello va en contra de su desarrollo.

Son muchos los consejos sobre salud, higiene y actividad que los expertos relatan (sería este un post extensísimo), por lo cual hemos detallado únicamente –a modo de referencia- los que hemos considerado más relevantes. Y aunque ya hemos hablado en otro post sobre ello, en otra ocasión os detallaremos una serie de reglas para la formación de hábitos.

¡Hasta el próximo post, queridos papás!

Fuente: Novellón, L. “Salud e higiene en la actividad de los niños” (2008).