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sábado, 12 de enero de 2013

Educación infantil e inglés.

Hasta fechas no tan lejanas, el sistema educativo dirigía la enseñanza del inglés a alumnos a partir de primaria, pero dado que la tendencia es la total implantación en todos los centros españoles de educación infantil casi todos los centros de nuestro segmento están llevando a cabo la inclusión de esta enseñanza en sus programas.  Es que en las edades que trabajamos, una buena adquisición del inglés en su nivel más básico determinará el buen desarrollo y entendimiento de la misma en los ciclos posteriores. Como ya sabemos bien, en esta etapa los niños son como una esponja, absorben todo el conocimiento que se les ofrezca y aprenden mucho mejor a través de los juegos, cuentos y canciones.

Una de las técnicas que las “seños” utilizamos con nuestras fieras es la mímica convertida en juego (nuestra mascota inglesa, por cierto, es un conejo llamado Robby) al ser este un sistema motivador para los niños como medida familiarizada por ellos, recurso que a nosotras nos ayuda a aportar el significado de palabras y expresiones que los alumnos no conocen. Otra de las técnicas a las que recurrimos es la de los pictogramas empleando la representación como traducción ya que –como sabéis, queridos papis- el soporte visual es importantísimo, habiendo pasado en la actualidad de ser aprendizaje auditivo a –fundamentalmente- visual… y más aún en nuestra etapa, en la que casi todo tiene que ser visto, tocado y hasta casi-casi olido.

¿Otra técnica que también es básica? La repetición, que constituye la base para la memorización: el único modo de que nuestros bichillos retengan vocabulario y expresiones es repitiéndolo de muchos modos diferentes y en muchas ocasiones. Unida a esta técnica de repetición situamos las canciones (aunque os prevenimos: no nos hacemos responsables del grado de afinación). Hablando en serio, las canciones acompañan normalmente al aprendizaje del vocabulario ya que refuerzan la repetición de palabras que los niños deben recordar y esta repetición resulta lúdica y motivante puesto que nuestras pulguillas se divierten mientras memorizan y ello, además de cantar les incita a moverse, gestualizar, bailar…

Sin embargo, el cuento (otra de las efectivas técnicas) es un recurso que para nuestro primer ciclo todavía no estimamos adecuado, si bien es cierto que cuando nuestros peques se hagan mayores para pasar al segundo ciclo esta técnica será efectiva: la lectura textual de un cuento clásico combinando a la vez esta lectura con el gesto, con el apoyo de dibujos explicativos pintados en la pizarra (clarificando la acción que se desarrolla) o apoyándose en la expresión corporal y vocal con dramatización… Quizá emplearán las preguntas básicas de respuesta simple, el seguimiento de instrucciones algo más complejas, los juegos de adivinanzas…

En definitiva, la enseñanza del inglés en etapas tempranas es muy importante para la eficacia en el posterior proceso de aprendizaje. Y es muy importante que para que el aprendizaje sea efectivo podamos crear en nuestras aulas un ambiente en el que nuestros bichillos sientan el placer de escuchar y practicar, evitando el riesgo de que se cansen o se inhiban ya que la intención final es que los alumnos aprendan una nueva lengua de una forma natural, utilizando las metodologías que hemos mencionado u otras de la misma forma efectivas.

¡Hasta el próximo post, queridos papis!

Fuente: A. Maldonado: “Pedagogía y Didáctica (Teach Training)”, 2005.