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sábado, 3 de noviembre de 2012

Algunos consejos para el TDAH (Trastornos por Déficit de Atención e Hiperactividad)


Las profesoras suelen, en general, ser las primeras en observar comportamientos relacionados con el TDAH y pueden ofrecer oportuna información para el diagnóstico. Evidentemente, es aconsejable que los padres y madres comprendáis en qué consiste el trastorno, así como la naturaleza involuntaria de la gran mayoría de los síntomas. En relación a esto, los expertos ponen a nuestra disposición determinadas orientaciones que nos ayudarán a canalizar adecuadamente el comportamiento del niño:

  • Es aconsejable hacer que su mundo sea previsible contándole las actividades y rutinas diarias por anticipado, cooperando y participando en la elección de tareas y el establecimiento de unas normas mínimas consensuadas en horarios de sueño, comida, tareas y esparcimiento que deben estar razonablemente ordenados.
  • Es favorecedor para el niño organizar actividades familiares en las que se involucren todos los miembros (actividades artísticas o lúdicas que favorezcan un clima afectivo y positivo).
  • No es bueno aislarse familiar ni socialmente como consecuencia de las conductas disruptivas del niño, sino dotar al mismo de habilidades sociales que le permitan una feliz convivencia en sociedad.
  • Es aconsejable anticiparse a las conductas del niño: se puede “controlar” la tendencia a querer tocarlo todo proporcionándole, por ejemplo, un juguete para manipular en situaciones que le obliguen a permanecer mucho tiempo sentado o en espera.
  • Es más efectivo reforzar las conductas cuando el niño las está llevando a cabo que reprenderle cuando ha hecho algo inadecuado.
  • Los límites y normas pueden estar claramente delimitados a través de carteles recordatorios, haciendo los padres de modelos correctos de conducta y explicando qué comportamientos son adecuados y cuáles no.
  • El plan de intervención en el ámbito familiar debe estar íntimamente ligado al que establecemos en la Escuela. Tanto en la familia como en el Centro, podremos detectar el TDAH si el niño presenta las siguientes características:
      1. Es muy movido y sin un sentido claro.
      2. Tiene rabietas incontrolables.
      3. No sigue un orden en las actividades, ni se entretiene con ninguna.
      4. Necesita mucha supervisión.
Con el tiempo, los niños que padecen TDAH tienden a ser menos hiperactivos e impulsivos pero, con frecuencia, siguen teniendo problemas de falta de atención, distracción y organización. Sin embargo, no puede considerarse un problema patológico en los niños que no presentan una sintomatología conflictiva.

¿Sabéis, como detalle curioso, que el mayor medallista olímpico de natación de todos los tiempos (Michael Phelps) fue diagnosticado con TDAH en su niñez? Si alguno de vuestros hijos se convierte, en el futuro, en una persona de tal relevancia internacional podremos decir que dio sus primeros pasos en “Mis Amigos”.

¡Hasta el próximo post, queridos papás!

Fuente: I. Orjales Villar. “Déficit de atención con hiperactividad” (1999)